Charles Robert Darwin y la Academia Nacional de Ciencias
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Resumen
Hace más de 175 años, Charles Robert Darwin llegaba a la Argentina para descubrir una llanura desprovista de límites y de árboles, el valeroso centauro que era el gaucho, fósiles cuaternarios por doquier y una sociedad sorprendentemente extraña y agresiva a los británicos ojos del joven viajero. Aunque el viaje a bordo del Beagle fue el camino indispensable para incrementar su estatura como biólogo, la obra de Lyell despertó una mente inquisitivamente geológica que le permitió maravillarse ante la magnificencia de los Andes. Cuarenta y dos años después de haber concluido su viaje en el Beagle, la Academia Nacional de Ciencias de Argentina lo designó Miembro Honorario, en lo que debe interpretarse como un temprano gesto de reconocimiento -en el contexto del momento- por la magnificencia de su obra científica.
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