Glauconita de la sección basal de la Formación Agrio, cerro el Marucho, provincia de Neuquén

Resumen

El objetivo de la presente contribución ha sido la caracterización mineralógica de las glauconitas presentes en los bancos basales de la Formación Agrio, en la localidad de cerro El Marucho, provincia de Neuquén y su relación con el paleoambiente formacional. Los bancos basales están constituidos predominantemente por biorruditas y bioesparitas integradas por fragmentos de crinoideos, equinoideos, bivalvos, etc, cónchulas enteras de ostrácodos y foraminíferos; en proporción subordinada, por colitas superficiales y enteras, intraclastos, nódulos de glauconitas y fosfatos, granos terrígenos, y esporádicos vitroclastos. La glauconita forma dos poblaciones bien definidas, una de detritos calcáreos glauconitizados, "bioclastos verdes”, la otra, de nódulos, de tamaño y forma constante. Tanto unos como otros, se encuentran parcialmente fosfatizados. Los análisis difractormétricos de ambas poblaciones resultaron similares, exhibiendo picos anchos y mal definidos entre los 16,6-13,7 Å y 10,7-10/0 Å en muestras sin tratar; a los 18,6-149 Å y 9,92 Å en muestras glicoladas. El porcentaje de K₂0, determinado individualmente con microsonda, oscila en los nódulos, entre 4,6-74 % y en los “bioclastos verdes” entre 2,8 y 5,5 %. La comparación de los difractogramas de muestras glicoladas con curvas teóricas, indican que la glauconita es una "esmectita glauconítica con 635 % de capas expandibles”, en estadio “naciente” y "poco evolucionado”, según criterios propuestos por Odin y Matter (1981). La esmectita es la única arcilla intersticial asociada con el cemento carbonático y se la interpreta como el producto de alteración de un mineral primitivo con una estructura de 7 Å, y de trizas volcánicas, en ambiente marino. Del análisis de las condiciones paleoambientales de los bancos esqueletales y de formación de la esmectita glauconítica se deduce una historia deposicional compleja, en la que el ambiente sedimentario varió entre condiciones costaneras de alta energía y oxigenación a condiciones de plataforma más profunda de baja energía, con el retomo final a condiciones similares a las primitivas, en donde se produjo un nuevo apone de detritos calcáreos, sin glauconitizar. Estas variaciones son atribuidas a cambios del nivel del mar. El rango de formación de las glauconitas nacientes y poco evolucionadas se estima en el orden de los 10⁴ años, lapso que coincide con ciclos de oscilaciones del nivel marino de cuanto y hasta quinto orden detectados en series carbonáticas por otros autores.